Datos básicos
Nombre: El Bohío
Dirección: Av. Castilla La Mancha, 81, 45200 Illescas, Toledo
Teléfono: 925 51 11 26
Precio: Más de 60 euros.
Sitio web: http://www.elbohio.net/
Excelente
Comida
Servicio
Comodidad
Calidad/precio
Un espectacular capricho
Nuestro comentario del restaurante El Bohío
Llevamos mucho tiempo queriendo visitar a Pepe Rodriguez en su restaurante en Illescas, el Bohío, y por unos imprevistos y la pandemia no pudimos hacerlo las dos ocasiones anteriores que lo intentamos, pero como no hay 2 sin 3, en cuanto se ha podido este año hemos reservado la mesa y por fin hemos podido ir a disfrutar de su cocina. Illescas se encuentra bastante cerca de Madrid, en 35 minutos estábamos ya a las puertas del restaurante, y para hacer tiempo nos dimos un agradable paseo por las calles del pueblo.
Pepe Rodríguez ofrece en su restaurante dos posibilidades: el menú tradicional, con sus famosos callos, y un menú de temporada que va cambiando según los productos del momento, y es éste por el que nos hemos decidido en nuestra primera visita.
El menú comienza con unos aperitivos de un bocado, cada cual más rico, hasta llegar a los platos principales: la sopa de pepino y manzana, mojete, melón y anchoa, que es una explosión de sabor cuando te lo metes en la boca, la ventresca de de atún, caldo especiado, aguacate, cilantro y soja, que es espectacular, mis dos platos favoritos de todo el menú, una ropa vieja, jugo reducido de cocido y tomate natural, que estando muy rico fue el plato que menos me gustó de todos los que nos sirvieron, y la picaña de cordero, hinojo y careta, muy rico y que termina de llenar completamente.
Para los golosos, los dos postres que nos sirvieron estaban deliciosos: leche quemada y mantequilla, muy suave, y cremoso de chocolate, que nos terminó de llenar totalmente.
Con el café nos sirvieron unas pequeñas locuras dulces, que fue el broche de oro a una comida espectacular.
Como se puede esperar de un restaurante con una estrella Michelin, el servicio es impecable y muy atento y hacen que tu experiencia en el restaurante sea muy agradable. Sin duda, un restaurante para ir en una ocasión especial, y al que pronto volveremos para poder probar el otro menú disponible.
Más datos del restaurante El Bohío
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Valoración
Media Google
Horario
- lunes: Cerrado
- martes: Cerrado
- miércoles: 13:30–15:45, 20:30–22:45
- jueves: 13:30–15:45, 20:30–22:45
- viernes: 13:30–15:45, 20:30–22:45
- sábado: 13:30–15:45, 20:30–22:45
- domingo: 13:30–16:00
Galería de imágenes
Opiniones
Espectacular! Un placer para los sentidos. Todo exquisito. Pepe se acercó a la mesa al final y estuvimos recordando viejos tiempos cuando jugamos juntos al baloncesto. Obligatorio probar los callos.
Esto teníamos que probarlo en primera persona.Desde que llegamos nos atendieron muy bien, el servicio muy agradable y amable.Habían 2 menús, Temporada y Degustación.Para realmente poder probar y degustar del trabajo de cocinas, pedimos menú degustación.Plato tras plato llevan una complejidad que no sabes la armonía que tendrá hasta el momento que los pruebas.Sin duda, si tienes la oportunidad, es algo que hay que probar para poder apreciarlo.Si eres de los que comes mucho, igual el menú degustación se te queda corto, tal vez sería mejor opción el de temporada.
Sin lugar a dudas, una gran experiencia que hay que vivir en esos tipos de lugares y cocinas, no sólo por la originalidad de lo que te ofrecen, también por su amabilidad, exquisito servicio, atención y delicadeza en el trato. Otra cosa es, si lo que te sirven está a la altura de tus expectativas, está claro y demostrado, que no en vano este tipo de cocinas tienen tanto éxito a pesar de no ser accesible para todo el mundo, pero que tampoco es sinónimo de excelencia. La cocina española es tan rica y variada que en cualquier lugar te puedes encontrar sorpresas fascinantes, unas te las encuentras, para mayor sorpresa, y otras las buscas como es el caso. Ocho platos y dos postres, elegimos el "menú tradicional", no es lugar para ir con hambre, pues se le supone que no vas a "devorar", (engullir), para eso hay otros sitios, si no a degustar, saborear, con fruición, acertar con los ingredientes, por eso hay que paladearar los bocaditos que te llevas a la boca en cuchara pequeña. La conversación durante toda la "ceremonia" gira en torno a los sabores escondidos entre salsas, cremas, purés, caldos..., nada de unte y moje, el pan pinta poco en este tipo de cocina. El bombón de lentejas que se funde en la boca, el crujiente de jamón, perfecto, el tartar de quisquilla opacado por el picantillo de la sopa de pimentón con que la rehogan, la ensalada líquida de tomate y pepino, hay que removerla bien antes pues el agua del pepino se queda abajo, la ropa vieja y el homenaje al cerdo bastantes similares, a la ensalada de conejo la salva la salsa con la mostaza y el membrillo, la carne o sabor del conejo se le supone, hay un gazpachuelo de piñones con espuma de tomate congelada que es de sabor agradable y de los platos más originales. Pedimos agua y tres copas de vino manchego al dejarnos asesorar, el primero de uva bolba, pelín ácido, joven, demasiado, la segunda copa de cavernet sauvignon, coupage con uva de allí, a nueve euros copa, se paga el lugar está claro, el primer vino no lo valía. Los postres pelín flojos, el coulant de turrón tenía dentro una crema finísima eso sí, y el variado de "pastitas de té" con su merengue, vainilla..., etc., prescindible, no aporta gran cosa, a excepción de esa especie de granizado con limón y manzana, tan refrescante y tan rico. Conclusión: tienen que ir, si por allí pasan, para que nadie se lo tenga que contar. Para gustos, los colores. Recomiendo. Calidad precio servicio atención amabilidad, (te enseñan la cocina, impoluta) emplatados, profesionalidad..., excelente. Precio: 100 pax
Una experiencia brutal. Gran re-lectura de platos tradicionales con un gusto exquisito. El menu degustación con dos cervezas y agua estuvo genial! 11 pasos salados y tres dulces. Precio medio por persona 160€. Vale la pena para una ocasión especial. Enhorabuena cocina y servicio de salón! ❤️
Primera vez que mi pareja y yo acudimos a una estrella. Pedimos el menú tradicional y nos fuimos con buen sabor de boca, no solo por la comida, también por la presentación de cada uno de los platos y el trato del personal. Variedad de platos, tradicionales presentados de manera innovadora.
